Entrevista con el diseñador francés Marc Aurel

Acerca de Marc Aurel

Marc Aurel domina una visión integrada del espacio público, desde el detalle del objeto hasta el diseño completo de los espacios. Privilegia el bienestar del usuario respetando los imperativos funcionales. Su sensibilidad desarrollada en la escuela de bellas artes y arquitectura se combina con su experiencia en diseño, espacio urbano y gestión de proyectos. La innovación de materiales, formas y usos alimenta su reflexión y sus colaboraciones, al servicio de las nuevas expectativas del usuario. Más información sobre Marc Aurel y su agencia Design Urbain:

www.aureldesignurbain.fr

Sobre la ciudad en la que nos gustaría vivir

 

 

Monsieur Aurel, en cuanto al desarrollo de la ciudad, ¿dónde estamos hoy, si miramos desde la ciudad medieval europea a la ciudad de los flâneurs o “paseantes” del siglo XIX hasta el modernismo del siglo XX?

Hoy en día estamos en la ciudad post-Covid. La crisis sanitaria es un tremendo acelerador de la transformación urbana. Y es que las limitaciones asociadas a la pandemia están dando lugar a una nueva organización del espacio público que actualmente es provisional, pero que en algunos casos podría ser sostenible y transformar nuestras ciudades a largo plazo.

 

 

¿Cuáles son las tendencias?

Las nuevas tendencias se manifiestan sobre todo en los nuevos usos del espacio público: hacer deporte, socializar y trabajar, almorzar, relajarse, eliminar mejor los residuos, etc. Estamos en una nueva era de calidad, confort y amabilidad en la ciudad. Necesitamos menos ruido, olor y agresividad visual para lograr una mejor calidad de vida….

«Una ciudad bien organizada hace que
sus habitantes se apropien de ella y la amen.»

¿Cuáles son los retos que tenemos que afrontar?

El reto de la ciudad del mañana es la reapropiación del espacio público por parte de sus habitantes. Las ciudades también deben tener la capacidad de evolucionar y renovarse constantemente para estar a la altura de las necesidades cambiantes en materia de transporte, confort, limpieza, información, etc. para mantener el ritmo. Renovarse constantemente, en plazos cada vez más cortos, conservando su identidad, será el gran reto de las ciudades europeas que se ahogan en su propia historia. Se trata de seguir valorizando el patrimonio sin convertirlo en museo, de hacer más fluidas y modernas las estructuras para permitir un funcionamiento sano de la sociedad.

 

¿Cuáles son las necesidades básicas de la población?

Una tendencia que responda a las necesidades podría ser que los lugares de encuentro dejen de ser mayoritariamente de pago, como ocurre hoy en día con los centros comerciales, los cafés y los bares, es decir, todos los lugares donde se reúnen nuestros hijos los fines de semana. El espacio público debe ser también un lugar gratuito y accesible para todos. El parque SUPERKILEN de Nørrebro es un buen ejemplo de ello. Fue desarrollado por los arquitectos de la agencia BIG en un barrio multiétnico de Copenhague, con la participación de los vecinos. Se creó un lugar donde es posible realizar actividades versátiles como columpiarse, boxear, jugar al ajedrez y muchas más.

 

 

¿Cuáles son los criterios de una ciudad humanizada?

Una ciudad bien organizada hace que sus habitantes se apropien de ella y la amen. Como resultado, la vida social mejora. Por eso, las ciudades del mañana deben consistir en crear espacios públicos de gran calidad, accesibles a todos y que no se vendan. Porque hemos reconocido que necesitamos espacios donde podamos vivir, reunirnos e intercambiar libremente. Eso es lo que hace la ciudad. No debemos dejar esta prerrogativa a los centros comerciales, como en Estados Unidos. La ciudad necesita espacios públicos bellos y de calidad, accesibles para todos.

 

 

¿Qué elementos son importantes para la calidad de la estancia?

Hay que evitar los espacios públicos únicos, más allá de las modas actuales, los espacios públicos franquiciados, la voluntad de preservar la singularidad de la ciudad, como ejemplificó Barcelona en los años 90.

 

¿Cuáles serían nuestros mayores errores?

No ser audaces, innovadores y creativos.

 

 

¿Cuáles serían nuestros mayores logros?

Ser innovadores, creativos y accesibles para todos.

 

¿Cómo es la ciudad en la que le gustaría vivir?

Vivir bien en una ciudad viene determinado en gran medida por la calidad del transporte público, pero también por la limpieza, las instalaciones y la calidad de la información a disposición de los ciudadanos. Soñamos con un uso limitado del coche, con la posibilidad de utilizar fácilmente medios de transporte alternativos, desde la bicicleta al tranvía, desde el autobús público al metro. Sin duda, nos gustaría ver una ciudad más tranquila y menos contaminada.

 

 

¿Qué ejemplos vemos de una ciudad en la que nos gusta vivir? ¿Cuáles son sus 3 ciudades y barrios favoritos en el mundo actual?

Sobre todo, es la presencia del paisaje en la ciudad lo que crea un equilibrio vital como contrapunto a la densidad urbana. Estocolmo, Copenhague y Berlín son ciudades que han conservado la armonía entre la densidad urbana y la naturaleza. Berlín tiene muchos parques, lagos y ríos donde los residentes pueden recargar las pilas. Estocolmo, construida sobre varias islas en el mar Báltico, también ofrece esta posibilidad. Copenhague, en su desarrollo urbano, ha conseguido preservar la calidad de los espacios naturales de su territorio.

 

 

¿Cuáles son sus 3 ciudades favoritas del mundo histórico en las que se imagina haber vivido? ¿Y por qué?

  • Nueva York, porque todos conocemos esta ciudad, aunque nunca hayamos estado allí
  • Singapur por la relación entre la ciudad y la naturaleza
  • Hong Kong, por su historia, su densidad urbana y su relación de contraste con el entorno.

 

 

¿Es optimista respecto a la ciudad, o hay que irse al campo?

La pandemia actual nos deja claro que la cuestión del tamaño óptimo de una ciudad, en la que la distancia física puede gestionarse mejor sin que sea una carga para los residentes, no tiene respuesta en las megaciudades de 7 o 12 millones de habitantes. Este es también el reto de las ciudades del futuro, en su tamaño y en su relación con la naturaleza.

 

 

¿A qué ciudad no ha ido nunca, pero le gustaría visitar?

A Tokio, en Japón.

Sobre el desarrollo de la estación de clasificación urbana TRILIB en París

 

 

¿Cuál es la intención de Trilib? ¿Cuál es su objetivo?

El propósito de Trilib es mejorar la clasificación en sí misma, concienciar a la gente de la importancia de clasificar los residuos, para que al final del día se clasifiquen muchos más residuos. En este sentido, Trilib es un faro de clasificación urbana que habla de reciclaje, pero también de negocio responsable y de nuestra responsabilidad en cuestiones ecológicas. TRILIB nos hace conscientes de todos estos retos.

 

 

¿Cuáles fueron los requisitos clave y los imprescindibles para el diseño?

La calidad del diseño, la gestión eficaz del mantenimiento, la integración urbana de la estación en el entorno parisino y, por supuesto, los costes de producción.

 

 

¿Cómo responderá Trilib a las necesidades de la ciudad del futuro? ¿Qué grado de innovación tiene Trilib?

El proyecto Trilib, realizado para la ciudad de París, es un ejemplo perfecto de la evolución de las necesidades y prácticas relacionadas con la separación de residuos en los espacios públicos. Transformamos zonas que en un principio se consideraban exclusivamente dedicadas a los residuos en lugares «frecuentables», espacios cívicos en los que todo el mundo se responsabiliza del medio ambiente, lugares identificables para los ciudadanos y que pueden utilizar y participar en ellos.

 

 

¿Cómo fue el proceso de diseño?

Adoptamos una estrategia ágil y holística, abierta a todas las partes interesadas en el proyecto y muy empática.

 

 

¿Cuáles fueron las diferentes etapas de desarrollo?

En primer lugar se crearon los bocetos, seguidos por el pre proyecto, la maqueta, la producción de muestras, el seguimiento del desarrollo, la fabricación y el seguimiento de la instalación.

 

 

¿Cuáles fueron los retos particulares durante el proceso de diseño?

En los intercambios con SULO y BET en particular, la comprensión de los impulsos innovadores, las cualidades deseadas por la ciudad de París y la aportación del diseñador fueron el centro de las decisiones.

¿Qué relación tiene Trilib con los demás objetos de diseño de Marc Aurel?

Todas mis creaciones se inscriben en la misma lógica y reflexión que desde hace casi 30 años cuestiona el mismo contexto: la ciudad y el espacio público. Lo hacemos abordando el contexto histórico, incluyendo la inscripción cultural de los objetos en su relación con la ciudad y las prácticas vitales.

 

 

¿Qué es lo más importante para usted?

Diseñar objetos bellos al servicio de todos, objetos de valor expresivo, incluso poético. Porque mi papel es inventar escenarios para que el proyecto se desarrolle en el campo de la imaginación, nuevas ficciones que se mezclen con la profundidad de la realidad.

 

 

¿Cuáles son los valores fundamentales de su trabajo?

La innovación, el rigor, la libertad.

 

 

¿Por qué estabais especialmente cualificados para esta tarea?

En nuestros 30 años de práctica, hemos estudiado intensamente la ciudad, sus desarrollos y la relación de sus habitantes con su entorno urbano. Hemos reflexionado profundamente sobre el mobiliario, la iluminación, los espacios públicos, pero también sobre la movilidad urbana, y con numerosas referencias aportamos al proyecto muchos conocimientos sobre la ciudad de París. Nuestra forma de entender el diseño abarca y combina escalas muy diferentes, la de la ciudad y la del objeto.

 

 

¿Le gusta el resultado?

Estoy muy satisfecho, sobre todo con la gestión diaria de las estaciones.

 

 

¿Cree que hay una mejora real para las personas con Trilib?

Sí, una mejora ergonómica en todo el proceso de depósito y clasificación, un mejor reconocimiento de las estaciones en el espacio público al crear un lugar especial que se mantiene siempre, y una mejora significativa de la clasificación en sí.

 

 

¿Qué hace falta para que una persona sea un diseñador excepcional?

Cultura, convicción e imaginación para ver el mundo que le rodea de forma diferente.

 

 

¿Puede el diseño marcar la diferencia?

La contribución del diseñador es hacer del mobiliario urbano una expresión de la cortesía de la ciudad.

¿Puede el diseño mejorar la vida?

El reto de nuestras ciudades hoy es optimizar el confort de los habitantes, ofrecer nuevos servicios. Para ello, debemos diseñar objetos y mobiliario que respondan a estas nuevas expectativas, pero también desarrollar su valor emocional y su amabilidad mediante un sofisticado trabajo con los materiales y las formas. El papel del diseñador es participar en la mejoría de la vida en las ciudades.

 

¿Cuáles son sus tres deseos para el futuro (personal y global)?

Tener más tiempo para viajar y visitar los nuevos hitos del diseño, la arquitectura y el urbanismo. Participar con antelación en el desarrollo de estrategias y empresas. Poder hacer proyectos innovadores en espacios públicos con empresas que estén dispuestas a salir de su zona de confort.

 

 

¿Qué le sorprendió positivamente la última vez?

La participación activa de todas las personas que trabajaron en el proyecto Trilib: Políticos, técnicos, comerciales, etc. Un esfuerzo conjunto que llevó al éxito.

 

 

Señor Aurel, gracias por esta entrevista.

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